Siempre me he sentido fascinado por la forma de la opereta, en mi opinión una de las más felices que ha producido el teatro. Así como la ópera tiene algo de torpe, de irremediablemente avocado a la pretensión, la opereta, en su divina idiotez y en su esclerosis celestial, toma sus alas del canto, de la danza, del gesto, de la máscara y me parece el teatro perfecto, perfectamente teatral. (comentario de W. Gombrowicz sobre su obra teatral "Opereta")